jueves, 24 de noviembre de 2011

HERRAMIENTAS CRIMINALISTICAS: POLIGRAFO

Detector de mentiras

El llamado detector de mentiras, máquina de la verdad o polígrafo es un tipo particular de instrumento de medición utilizado para el registro de respuestas fisiológicas. Registra las variaciones de la presión arterial, el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria y la respuesta galvánica o conductancia de la piel, que se generan ante determinadas preguntas que se realizan al sujeto sometido a la prueba. También posee la capacidad de medir parámetros como el movimiento del interrogado, de cara a evitar posibles contramedidas durante el interrogatorio.
Se considera que fue inventado en 1938 por Leonard Keeler, del Departamento de Policía de Berkeley (California), quien creó el primer polígrafo de tres canales que imprimía sus resultados en papel.
Este tipo de polígrafo es comúnmente conocido por su uso como detector de mentiras, estando validado como herramienta judicial en países como Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Holanda, Rusia, Bélgica, Israel, Japón, Australia, Colombia, entre otros. Aunque goza de muy poca credibilidad entre los científicos, sus defensores dicen que su nivel de fiabilidad oscila entre el 80 y el 95%, estando ligado a la técnica de interrogatorio empleada.

Principios de funcionamiento

Los defensores del polígrafo afirman que el sustrato bioquímico de las emociones se encuentra correlacionado de forma directa con la reactividad corporal; que la linealidad estímulo → pensamiento → emoción → adecuación anatomo-fisiológica → respuesta es un ciclo que inalterablemente se presenta en cualquier proceso conductual humano; que es posible medir las reacciones corporales de las emociones; y que para cada estado emocional, existe un espectro psicofisiológico bien definido ligado a la actividad emotiva del sujeto.
La discordancia del contenido de emisión de datos y su correlación con pensamientos alternos en su evocación emotiva, provocan la variación de las constantes orgánicas. Las medidas de esta disonancia, son valoradas en las pruebas de polígrafo. Está claro que la conceptualización de mentira es diferente para cada sujeto y los niveles basales son individuales y diferenciados pero la tensión emotiva que provoca el conocimiento propio de la verdad modifica ostensiblemente la progresión orgánica de una persona que engaña sobre un aspecto específico. Consideran, por tanto, notorios los indicadores de medida de discordancia del pensamiento, al valorar que la inexactitud conceptual en las emociones provocadas ante un tema específico y la activación compleja de neurotransmisores modifica las constantes orgánicas. Es imposible saber qué piensa la persona, pero creen poder medir la reacción corporal que un sujeto muestra ante la presentación de un tema. La evidencia forense en la prueba de polígrafo, pues, sería la medida de la reacción fisiológica correspondiente de eventos comparados en la memoria del sujeto y la emisión de respuestas específicas.

Utilización

El polígrafo tiene su uso más amplio en los organismos de inteligencia y de policía, sobre todo en los Estados Unidos y otros países de su área de influencia, donde se ha utilizado para determinar si una persona miente o no. En este caso se sustenta en la hipótesis de que las respuestas fisiológicas de una persona cambian de forma medible cuando miente.
En Europa se usa fundamentalmente en la asignación de algunos puestos de trabajo por parte de empresas privadas y algunos organismos de seguridad, aunque también se emplea a nivel judicial en países como Holanda, Bélgica y Reino Unido. En España ha sido usado como prueba judicial en varias ocasiones aunque siempre de manera excepcional.
En Holanda se emplea como método rutinario de control de agresores sexuales, una vez han cumplido su condena. En Estados Unidos y Canadá se emplean de manera rutinaria a nivel judicial, las condiciones para ingresar en la APA (American Polygraph Association) exigen una formación académica superior, una formación reglada en centros de enseñanza reconocidos, entre otros requisitos (como carecer de antecedentes penales).
Cabe recalcar que el polígrafo no es un instrumento que detecte mentiras por sí mismo, aunque las nuevas unidades digitales realizan una evaluación del interrogatorio de manera autónoma, con altos ratios de fiabilidad. En cualquier caso, la evaluación final es responsabilidad del técnico poligrafista.
Hay una corriente crítica que se está desarrollando principalmente a través de internet contra el uso del polígrafo en la detección de mentiras, basando sus creencias en estudios contradictorios con los empleados por los organismos defensores de esta técnica. Niegan validez científica a la técnica y muestran formas de superar el examen. Si bien, los intentos públicos de poner en práctica dichos métodos se han mostrado totalmente inútiles, como se muestra por ejemplo en el capítulo de los Cazadores de Mitos del Discovery Channel, en el que todos los intentos por engañar al detector fueron detectados y todas las mentiras perfectamente identificadas.

Los nuevos polígrafos digitales son usados actualmente por agencias gubernamentales como el U.S. Secret Service,
 F.B.I., C.I.A., D.E.A., Policías Locales, fiscalías etc., así como por gabinetes privados de investigación.

Crítica: Mintiendo al detector de mentiras

Muchos científicos de todo el mundo se han rebelado contra la utilización del polígrafo por los organismos de seguridad y las entidades privadas. Un informe de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, realizado sin la colaboración de expertos en el uso del polígrafo -según denuncia de la American Polygraph Association- estimó que de aplicarse a una muestra a 10.000 personas, de las cuales 10 fueran espías, en el resultado más probable es que sólo 8 de éstas serían identificados por el polígrafo como tales, a la vez que serían considerados probables espías y rechazados 1598 (casi un 16%) de los inocentes.
Un caso utilizado para desacreditar la utilización del polígrafo como detector de mentiras fue el de un agente doble Aldrich Ames, quien al parecer superó dos pruebas del detector aplicadas por expertos de la CIA mientras trabajaba para la Unión Soviética entre 1985 y 1991. Otros espías notorios que han pasado la prueba del detector sin mayores dificultades fueron Karl Koecher (en los años 1980), Ana Belén Montes (en el año 2000), o Leandro Aragoncillo (en 2005).
Los detractores del polígrafo describen varias contramedidas, fácilmente detectables por un examinador experto, para eliminar cualquier eficacia residual del detector de mentiras, basada en el temor, la anécdota y las contradicciones o confesiones espontáneas que inspira. La más básica es no admitir nunca nada que pueda lesionar los intereses de la persona que padece la prueba. Otras técnicas están orientadas a modificar de manera anómala las reacciones corporales durante las preguntas de control. Probablemente, el mejor consejo fue el que recibió Ames de su controlador del KGB, expertos en toda clase de técnicas de interrogatorio legales e ilegales:"Duerme bien, descansa, y acude a la prueba descansado y relajado. Sé simpático con el operador del polígrafo, establece una buena relación y muéstrate cooperativo. Sobre todo, mantén la calma y nunca te detectarán." Y, efectivamente, no le detectaron.
En la actualidad el polígrafo es utilizado por agencias de inteligencia, policías y sectores privados de más de 90 países. Sin embargo, algunos psiquiatras, psicólogos, neurólogos entre otros científicos coinciden en que hay poca base para la validez de las pruebas de polígrafos. En algunos países de América Latina el Polígrafo es utilizado como prueba judicial, tal es el caso de Guatemala y Panamá. En Estados Unidos el Polígrafo se admite como prueba judicial bajo estipulación; es decir mediante acuerdo entre el fiscal y el defensor, en los siguientes estados: Arizona, Arkansas, California, Deaware, Florida, Georgia, Idaho, Indiana, Iowa, Kansas, Nevada, New Yersey, North Carolina, Ohio, Utah, Washington y Wyoming es admisible como prueba si el juez decide aceptarlo. En el estado de Nuevo México se admite plenamente como prueba judicial. De otra parte en los tribunales de apelación que están divididos en doce distritos, el polígrafo se admite a discreción del juez de ocho distritos; bajo estipulación y admisión del juez de dos distritos; únicamente en el Fourth Circuit y el DC circuit no es admitido. Actualmente también puede usarse como prueba en otros países como Japón, Sudáfrica e Israel. En España y en Europa en general no es frecuente el uso del polígrafo en los tribunales, quienes suelen mostrarse reticentes en la admisión de este tipo de pruebas.

PRUEBA DE POLIGRAFO 

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